Uno de los motivos de mayor preocupación para todos los cubanos, al escuchar la proclama de agosto pasado y las noticias posteriores fue el hecho de que Fidel estaba encamado, siempre aún en sus anteriores problemas de salud, el comandante se había mostrado ante los cubanos de pie o cuando menos sentado, símbolo como es de la firmeza de los cubanos, aquello transmitía un mensaje de fortaleza y vigor. Por primera vez los cubanos veíamos a un Fidel recostado, reposando, aparentemente sin hacer Revolución. No es que alguien pensara que no dormía, pero sencillamente ni siquiera éramos capaces de imaginarlo inmóvil. Conciente o inconcientemente todos nos preocupamos por este hecho. Preocupó también la ausencia de una frase que siempre a acompañado cualquier problema de salud o cualquier atentado al que anteriormente se enfrentara: "Estoy entero". Con su principio de no mentirle al pueblo Fidel se limitó, en esos momentos de incertidumbre a pronunciar un "Estoy estable", que a muchos nos puso los pelos de punta (No de miedo a lo que suceda sin él, sino de miedo a perderlo).
Pero hoy todo eso a cambiado, se nos muestra, delgado si, pero caminando solo, con color en el rostro y con el sentido del humor y la potencia que lo caranterizaron siempre. El "Estoy entero" ha vuelto a sus ojos y la tranquilidad al corazón de todos los que le queremos bien.
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